dijous, 30 de setembre del 2010

Alicia Banderas: "L'administració s'hauria de de fer càrrec d'escoles per a pares

Us copiem una entrevista la psicòloga Alicia Banderas publicada a La Vanguardia que pot ser del vostre interès


En los últimos años estamos asistiendo a un aumento de episodios violentos protagonizados por menores; imágenes de niños que agreden a sus compañeros y que, después de grabarlo con sus teléfonos móviles, cuelgan los vídeos en Internet, adolescentes acosadores, que son capaces de pegar a sus propios familiares… Estas situaciones abren el debate de si los padres y las madres de hoy en día están capacitados para educar bien a sus hijos.

Alicia Banderas, especialista en psicología clínica, educativa y sexológica, que desde hace tres años copresenta y colabora en el programa de televisión "Escuela de padres… en apuros" (La 2 de TVE), parece tener la respuesta. Basándose en su experiencia, Banderas analiza en el libro Pequeños Tiranos qué está fallando para acabar con las conductas dictatoriales de los hijos y contribuir a poner paz en los hogares de muchas familias.

- ¿Por qué proliferan tantos libros, revistas y programas de televisión que intentan aconsejar a los padres de cómo educar a sus hijos?
- Las pautas que siguieron nuestros progenitores para educarnos ya no valen en la sociedad actual. Antes sólo bastaba con alimentar bien a un niño y darle estudios para hacer de él una persona de provecho. Hoy tener una carrera y dominar diferentes idiomas ya no garantiza nada. La educación tiene que ser más emocional y social.

- Los padres necesitan nuevas herramientas.
- Exacto. Hemos pasado de un sentido autoritario en la vida, en que el empleado estaba supeditado al jefe, la mujer al hombre, los hijos a los padres, a igualar este tipo de relaciones. Un cambio social que no se ha sabido manejar debido a que se ha producido en un corto periodo de tiempo. Los padres tampoco aprendieron en su momento a controlar la ira; a las mujeres se les reprimía, a los hombres se les dejaba que manifestaran toda su agresividad.

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- Actualmente, los padres quieren que sus hijos sean "superniños" como consecuencia del mayor nivel de autoexigencia y competitividad en la sociedad, por lo que suelen comprar libros que les dan consejos para potenciar la capacidad intelectual y creativa, en vez de dejarles seguir su rumbo.

- Pero, sin embargo, les cuesta más ejercer la autoridad.
- Hay varias razones para entenderlo. Una de ellas es que se sienten culpables porque no pueden pasar todo el tiempo que quieren con sus hijos, dada la dificultad de compaginar vida laboral con familiar. Cuando llegan a casa después de una larga jornada laboral, evitan al máximo el conflicto – no reprenden ni castigan a sus hijos si se portan mal- , y les consienten todo. Otra razón es la comodidad que sienten al no discutir ni esforzarse demasiado en la educación de sus niños. El tercer motivo de esta falta de autoridad también guarda relación con la vergüenza. Saben que un "no" en el parque aumentará el nivel de agresividad del niño y eso causará una situación embarazosa delante de otras personas.

- ¿En qué se caracterizan principalmente los niños tiranos?
- Sienten una gran incapacidad para comprender los sentimientos de los demás, son insensibles ante el dolor que causan, no sienten pena ni compasión. Otra característica es que se suelen posicionar del lado del dedo acusador, es decir, la culpa es siempre de los demás, nunca la asumen como propia. Suelen decir cosas como "yo empujé a mi padre porque no me dejó irme a una fiesta".

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- Utilizan la manipulación, el poder y el desafío como fuente de reconocimiento personal. Normalmente, los niños cuando son pequeños intentan ganarse el amor de sus padres, por ejemplo, ayudándoles a recoger la mesa, pero el que es tirano utiliza el poder y el sometimiento de los demás para conseguirlo.

- ¿Cómo llega un niño a convertirse en tirano?
- Hay una parte genética y temperamental, pero eso no quiere decir que a través de una buena educación no se pueda desarrollar la empatía. Pero cuando nace un niño difícil, los padres no siempre son capaces de mostrar el tesón y la fuerza necesarios para educarle. Y, entonces, abandonan esa responsabilidad y les dejan hacer lo que quieren. Es un cóctel explosivo.

- ¿Un niño tirano podría convertirse en psicópata?
- No quiero decir que todos se puedan convertir en psicópatas porque hay que consiguen adaptarse al entorno, tal como vemos en las empresas, donde hay depredadores, o en las relaciones destructivas de pareja. Pero sí que es cierto que se ha detectado un cierto grado de psicopatía juvenil en la sociedad, en que hay adolescentes que pueden llegar a humillar, veja, colgar fotos íntimas de amigos en Internet, pegar a los padres o, incluso, asesinar.

- ¿Cómo se puede diferenciar la tiranía de la rebeldía adolescente?
- El rebelde puede incumplir y saltarse las normas, puede decirle a su progenitor "te odio, déjame en paz", pero un tirano nunca va a pedir un "perdón" de manera sincera, jamás va a asumir la culpabilidad de sus acciones y, a veces, puede llegar a llamar "gilipollas", "puta" o "zorra" a su madre, con total impunidad.

- ¿La rebeldía adolescente es una etapa natural?
- Es buena, siempre y cuando esté bien canalizada. Durante este periodo el niño aprende a defender sus derechos y a poner límites. Si no fuera así, de adulto sería demasiado sumiso, lo cual sería malo para sus relaciones sociales. En definitiva, la rebeldía es el ensayo para la vida adulta.

- ¿Cómo detectar de manera precoz los síntomas de conductas tiranas en los niños?
- Los niños de tres o cinco años, normalmente, suelen hacer cosas para ganarse el amor de sus padres, pero el niño tirano muestra actitudes destructivas que no van acorde con su edad – destrozan objetos, muerden, pegan, mienten con facilidad… Su comportamiento es muy vengativo, no tienen lágrimas de vergüenza cuando hacen algo mal ni amigos de verdad.

- …
- Pero, sobre todo, son muy impulsivos, sienten una gran ansia por conseguir lo que quieren sin anticipar las consecuencias; pueden tener rabietas desproporcionadas con el objetivo que persiguen.

- ¿Y cómo pueden acabar los padres con la tiranía?
- El problema es que no sienten miedo ante los castigos, por lo que éstos no suelen surtir efecto.

- Y, entonces, ¿cómo remediarlo?
- Reforzando los comportamientos positivos del niño. A veces los padres tienden a etiquetar a sus hijos – "este niño es malo, vago…"- , cuando en realidad tienen que elogiar las buenas acciones para que se sientan válidos y queridos. Aparte de esto, es importante reforzar la empatía, enseñarles a que pidan perdón cuando hacen daño a alguien y que corrijan sus errores pagando, por ejemplo, la libreta de un compañero que han roto con su propia paga. También hay que decirles a veces que "no", porque el niño tiene que aprender a saber llevar su frustración.

- Pero también es importante que sepan canalizar su ira.
- Hay que enseñarles que tienen que expresarla haciendo el menor daño posible a los demás y a ellos mismos, saber expresar la causa de ese sentimiento de una manera verbal y sin insultos. Tienen que intentar sacarlo, dedicarle unos segundos a ese sentimiento, porque si se queda dentro, la emoción de la ira es una de las más tóxicas y venenosas.

- ¿Los padres deberían de estar más formados sobre cómo educar a un niño antes de tenerlo?
- Hay mucha teoría, pero lo difícil es ponerla en práctica. Creo que sería bueno que la administración se hiciera cargo de escuelas para padres, algo que es fundamental y muy útil hoy en día.

- ¿Cuáles serían las lecciones básicas de esa escuela?
- Ser capaces de conseguir que sus hijos tengan autocontrol, autodisciplina, y educarlos en los valores del esfuerzo, la iniciativa y la persistencia. Esto les va a permitir que, cuando salgan al mundo, puedan enfrentarse a él de una manera muy fructífera y con inteligencia emocional.


enllaç a La Vanguardia

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